sábado, 22 de marzo de 2014

Sabiduría interior


He decidido abrir las puertas hacia mi sabiduría interior: creo que es el camino que llevo buscando desde hace mucho tiempo. Siento que esta forma de situarme me está ayudando a entrar más en contacto con mi naturaleza interior y por lo tanto a descubrir los caminos por los que quiero transitar (desde ahí siento el círculo de mujeres, la formación en el nacimiento de una madre y la exploración de mi infancia) y los senderos que no quiero recorrer. También me está ayudando a escucharme y esto me ayuda a encontrar otras formas de relacionarme con los demás: a pedir más veces perdón, a decir a otros desde dónde siento lo bonitas personas que son, a intentar colocarme los zapatos de las personas a las que quiero, a apoyarme en el sentido del humor...

Esta apertura me ha ayudado a sentir y vivir dos revelaciones importantes para mi: por un lado, la vinculación entre el nacimiento de una de mis hijas con un pequeño desprendimiento de placenta y su angustia de separación hacia mi. Desde que he traído a mi consciencia este hecho, en mi hija siento un cambio radical en este sentido. Por otra lado, el hecho de que cargar es una elección mía, que no me permite disfrutar, que me introduce en mis miserias, que me refleja mis miedos... En relación a esta segunda revelación, tengo mucho por trabajar por delante.

Siento que en mi aparecen pequeños destellos de magia, de fantasía, de transparencia, de ilusión, de alegría... Pero aunque sean pequeños, los abrazo con felicidad.

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