domingo, 15 de septiembre de 2013

De evocaciones...


"Es una delicia de libro. Yo lo he regalado a varias personas"- me dijo la librera mientras me mostraba un ejemplar y yo miraba la portada. 

Salí de la librería con uno dentro de mi mochila "todoterreno".

Un día comencé a leerlo. El espacio: la habitación de un hospital. El momento: mi ingreso en verano. Sólo leí sus primeras páginas y me pareció encantador. A día de hoy no puedo abrirlo... Me evoca aquellos cuatro días de lágrimas, preocupación, incertidumbre, soledad, angustia, lucha... Me gustaría desvincularlo de aquellos momentos pero me resulta imposible.


2 comentarios:

  1. Esa sensación me es conocida. Libros y sensaciones se entrecruzan, y hay libros que quizás no se vuelvan a abrir nunca por esto.

    (¿Fue bien el ingreso?).

    1beso.

    ResponderEliminar
  2. Otras personas abrirán esos libros ¿verdad?
    Un beso para ti también.

    ResponderEliminar