sábado, 28 de septiembre de 2013

Vidas anónimas


Subo al vagón del metro y, ahora que porteo un bebé, casi siempre me siento. Los menos, están enfrascados en un libro; los más, lo están en el teléfono móvil. Unos pocos van hablando y el resto, queramos o no, podemos oír su conversación.

Confieso que, si no soy de los menos, me gusta jugar a imaginar la vida de cualquiera de aquéllos: los anónimos. Su fisonomía, estética, dicción, vocabulario, expresión corporal,... Todo me anima a dibujar, mentalmente, su discurrir diario. Es probable que no me acerque mucho a su realidad... Tampoco lo persigo. Puede ser que caiga en estereotipos o quizás en excentricidades. Qué más da!

Para mi lo interesante es que me ejercito en creación literaria, construyendo mini-relatos. Y, éstos cumplen una doble función: creativa y psicológica, en cuanto me ayudan a desarrollar la imaginación y a acercarme un poco más a la especie humana.

1 comentario:

  1. Men encanta este juego!! y aunque últimamente soy más de las que se enfrascan en alguna lectura en cuanto tiene un rato, yo me creo acertar cuando dibujo el retrato de la gente que no conozco y cuando los veo con frecuencia, (hay much@s desconocid@s con los que coincides en los mismos sitios y a las mismas horas), acabo a veces por cogerles cierta estima... jajajaja... y me dan ganas de preguntarles por los hijos que me parece que tienen o por esos zapatos nuevos que lleva hoy :) A veces hasta les saludo :D
    Un abrazote reina

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